Mi nombre es Victor Fernando, crecí mis primeros 16 años en un pueblo del Estado de México, en Villa del Carbón. ¿Comó fué?, complicado, no tan fácil como yo veía que era para los demás, una vida rutinaria, las mismas personas, los mismos lugares, siempre haciendo lo mismo. ¿Qué quería yo?, viajar, conocer más, ir al cine, había tantas cosas que yo quería hacer y que nunca pude.
Tenía 15 años cuando iba en mi último año de preparatoria, todos estaban emocionados haciendo exámenes para universidades públicas, sabían a lo que se querían dedicar. Yo, solo sabía que ahí no me iba a quedar. En esos momentos, la televisión, era mi único escape a otra realidad; había un programa en donde siempre hablaban de moda, diseñadores mexicanos y ese fue el inicio.
Estuve investigando algunas universidades con la carrera de Diseño de Moda, había algunas opciones, pero la mayoría tenia costos muy altos, casi inaccesibles. Mis sueños no pararían por eso, busque becas y la Universidad del Valle de México me dio la posibilidad de estar becado.
¿Mi experiencia?, me gustaría que imaginaran que tienen 16 años, viven solos, tienen compañeros de clase media alta, todo es nuevo y no tienen idea de qué está pasando. Claro que, al terminar el semestre, me dio un miedo que nubló mi sueño, que me dejó sin armas para continuar.
Odontología era una de las carreras que estuvo dentro mis opciones profesionales; pensé que podría estudiar para ser un dentista apasionado por la moda, para después dedicarme a otra industria teniendo una base económica. Lo hice durante un año, pero al finalizar una clase de anestesia en donde estaba aterrado, reflexioné y me hice la siguiente pregunta ¿toda mi vida haré esto?, mi respuesta fue, no.
¿Que si tomé la mejor decisión? Sí, cada día de mi vida estudiantil era un aprendizaje nuevo, todo me asombraba y se me facilitaban algunos procesos. Todas las materias eran un gozo para mi, en cada paso, se notaba el crecimiento y mis ganas de hacer mas cosas. Claro que no me quede con la universidad, tomé cursos de organización de pasarelas con Alejandra Carcedo, invitándome a participar en shows de muchos diseñadores mexicanos, mostrándome lo que sucede detrás de una modelo caminando con mucho estilo. Trabajé como asistente de otros diseñadores que en su momento eran los top de México.
Hoy mi filosofía de vida se conforma de todos esos aprendizajes, caminos que nunca en mi vida pensé caminar, lugares inimaginables que eran imposibles de conocer, personas irreales que se volvieron una hermosa realidad.
Habrá días en donde querrás abandonar todo e irte a una playa en Oaxaca, días en donde te sientas frustrado, detenido por tus propios miedos y días en donde solo llorarás de alegría y agradecimiento por todo lo que has vivido.
Romeo & Julián, el amor de mi vida que no dejaré ir.